martes, 18 de marzo de 2014

Balada triste de trompeta

Agus (Lunática) al habla, rescatando este blog desde los confines del olvido, para reflotarlo y hacer críticas cinematográficas (que es de lo único de lo que puedo hablar, salvo que nos pongamos a hablar de Sistemas, ¿no?).

Balada triste de trompeta


Director: Alex de la Iglesia.
Género: Drama/Terror.
Reparto: Carlos Areces, Antonio de la Torre, Carolina Bang, Santiago Segura.

Para empezar, si sos fácilmente impresionable, no te recomiendo esta película. Si te gustan las películas dulces, tiernas, tranquilas, que te dejan feliz, podés irte a ver El Gran Pez de Tim Burton (mi próximo post). Pero esta película no tiene nada de dulce, de tierno, ni de tranquilo.

La historia trata de Javier, un payaso triste (proveniente de una familia de payasos tontos), que se enamora de una de sus compañeras de circo, Natalia, quien resulta ser la novia del payaso tonto, Sergio. Él es terriblemente violento, cosa que empuja a Javier a tratar de sacar a Natalia de esa relación enfemiza.

Con un aire a Guillermo Del Toro (y su "Laberinto del Fauno") y a Robert Rodríguez, Alex de la Iglesia logra convertir lo que empieza como una película normal, con un pequeño tinte melancólico en el contexto de la guerra civil española, en un drama ridículo, que parecería sin sentido por el hecho de que todos los personajes dejan de estar cuerdos. Según I-Sat tiene (cito) "un estilo Tarantinsco" (lo cual no puedo confirmar, porque no conozco mucho de él).

La fotografía de la película es, al menos, interesante. Las tomas cambian muy rápido pero se ven muy bien. La musicalización, liderada por la canción "Balada triste de trompeta" de Raphael, le da el toque melancólico y medio satírico que encaja perfectamente con la historia.

La actuación de Santiago Segura es impecable (padre de Javier) y la metamorfosis de Carlos Areces (protagonista) a lo largo de la película te deja boquiabierto. Carolina Bang (Natalia) hace un personaje que no sobresale mucho, al contrario de Antonio de la Torre (Sergio) cuya escena final con Javier es, simplemente épica.

Ví la película con cautela, sin saber qué esperar. Si I-Sat la pasaba, no podía ser mala, pero podía ser de esas independientes que no resultaban del todo entretenidas. Me sorprendió gratamente, y si bien a veces me asqueó, me dejó contenta, superó mis expectativas y me dio una película atroz, violenta, y a su manera, maravillosa. Y a pesar de sonar repetitiva, debo reafirmar esto: la última escena de la película, es ÉPICA.

Nota al pie: Pareciera que todos los hispanoamericanos tienen un grave tic con las ametralladoras y la sangre.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario